Zoraida Jaime González o el cerebro plano… y bien lavado

Zoraida Jaime Glez.

Buceando por la red de redes nos topamos con una página denominada Archivos de la Historia en la que se publica un articulito intitulado «Represión homosexual durante el fraquismo» (AQUÍ) producto de una cabecita loca llamada Zoraida Jaime González que acaba hace dos días de terminar su licenciatura en Historia, según confiesa ella misma, la cual se autodefine de la siguiente manera: «Graduada en Historia en la Universidad de Sevilla. Ahora estoy cursando el Máster de Profesorado en Granada. Interesada en el siglo XX y en la memoria histórica». Además, en Likedin, se anuncia así: «Hola, me llamo Zoraida Jaime González. Este curso he terminado el Grado de Historia en la Universidad de Sevilla y ahora cursaré el Máster de Profesorado en la Universidad de Granada. Dada mi experiencia puedo impartir clases de Historia, Historia del arte, Geografía y Filosofía a alumnos de primaria, ESO y Bachillerato tanto en presencial como online»; vendiéndose barata por tan sólo 7€/hora, estando incluso dispuesta a llevar sus servicios a domicilio… ¿les suena?

La imagen del perfil de Zoraida en Facebook… lo dice todo

Pues bien, sin duda Zoraida, por el articulito y la audacia que demuestra, sólo propia de los ignorantes, es el típico producto de la mayoría de las universidades públicas y privadas de estas últimas décadas –y colegios–, con algunas excepciones que confirman la regla, de la destrucción, manipulación, tergiversación y adoctrinamiento que sufren y al mismo tiempo expanden dichos centro «educativos», porque el articulito de marras, además de pleno de tópicos infames, rebosa falsedades que no resisten el más leve análisis histórico, lo que le convierte en un auténtico bodrio.

En resumen, Zoraida, recién salida del cascarón, hace y queda en ridículo desde la primera letra. Eso sí, tonta no es, porque consciente sin duda de sus desnutrición intelectual –sólo ella sabe cómo ha logrado licenciarse–, se apunta al carro de la «memoria histórica» (¿?), según ella confiesa y demuestra con esta su opera prima, consciente de que es la única y al tiempo mejor forma de ganarse la vida que de otra manera le sería imposible porque no se puede sacar de dónde no hay; lo que en realidad hace Zoraida con su libelo es intentar llamar la atención para que la fichen los que ya sabemos y así convertirse en abanderada de la mentira histérica que, no cabe duda, hoy es lo que renta y mucho… a costa, claro, del erario público.

En su pasquín propagandístico se encuentran todas y cada una de las directrices marxistas-leninista de siempre, ahora denominadas marxismo cultural, sin que falte ni una. Todo son afirmaciones categóricas sin argumentar ni mucho menos demostrar –no podría en ningún caso– sobre la etapa de gobierno de Francisco Franco. Lo bueno, o mejor lo peor, es que además mezcla cosas porque se ve que ese día no estuvo en clase, como cuando dice que a las mujeres se las paseaba en ropa interior y peladas al cero por las calles, algo que sólo ocurrió en Francia –hay multitud de fotografías y vídeos– tras la Segunda Guerra Mundial con las tachadas de «colaboracionistas», escarnio público repugnante propiciado por… los comunistas tan «resistentes» ellos que durante los dos primeros años de la guerra colaboraron con los nazis por mor del pacto Molotov-Ribbentrop; además de aplaudir la invasión por la URSS de Polonia –y los países bálticos y Finlandia– tan sólo quince días después que los alemanes. Las fotografías de presas rapadas en España, así como de hombres, lo fueron sólo y exclusivamente por razones evidentes de higiene penitenciara y sólo en los primeros meses de la postguerra.

En cuanto a la pretendida persecución de la sodomía en aquellos tiempos, Zoraida olvida –más bien oculta– que hasta la década de los 70 del siglo pasado en todos los países occidentales se «perseguía», o sea, se penaba, dicha práctica sexual, siempre anti-natura, países democráticos incluidos, católicos o no, no siendo hasta finales de ella cuando la cosa comenzó a cambiar, por lo que la legislación española de entonces en nada se diferenciaba de la de, por ejemplo, EEUU; en ningún momento los norteamericanos pusieron peros en tal sentido a la España de Franco, como sí lo hicieron, por ejemplo, con el tema de la libertad religiosa –y ese tiro también les salió por la culata–, y es que no podían, porque la sodomía estaba tan «perseguida» allí como aquí.

Pero mejor todavía. Lo que en realidad se perseguía en España no era la sodomía en sí, pues en privado cada cual siempre ha podido, puede y podrá hacer lo que le plazca porque, evidentemente, nadie puede saberlo –hubo sospechas de algún ministro de Franco por perder aceite sin que nadie le dijera nada–, sino que lo que se perseguía era el escándalo público sodomítico, es decir, la exhibición de la sodomía –aún así siempre hubo afeminados públicos sin problema alguno– y mucho más aún el intento de abuso sexual a terceros, sobre todo a menores de edad… lógico. Aún recordamos a un chaval que pegó un grito en una de aquellas sesiones continuas de cine, se encendieron las luces, se paró la película, acudió el acomodador y el chaval señaló al sesentón sentado a su lado porque llevaba algún minuto intentando tocarle sus partes. A ese sí que se lo llevaron los «grises», pero no por sodomita, sino por abusón. Para qué hablar de «persecución» a partir de los años cincuenta y sesenta con el desarrollo y la llegada de turistas a toneladas.

En cuanto a lo que dice sobre las mujeres en general con la excusa de los sodomitas –porque esta chiquita imberbe incluye en su panfleto de todo–, baste decir que el acceso de la mujer al trabajo y más aún a la enseñanza incluso universitaria se debe a esa etapa de gobierno que tanto vilipendia Zoraida; algunos datos, entre muchos, son: se construyeron 74.958 escuelas, 131 de magisterio, 70 reformadas, 40 institutos, 351 centros de formación de profesorado industrial, 121 escuelas técnicas superiores y de peritos, 910 colegios de educación media, 65 institutos de investigación, 59 escuelas de investigación, 23.161 aulas, 1.969 centros de enseñanza media, 48 escuelas de artes y oficios, 37 conservatorios de música, 80 centros de enseñanza superior, 283 de enseñanza elemental, 180 de otros centros de formación, 124 escuelas de técnicos sanitarios, 124 colegios mayores sanitarios, 767 bibliotecas, 40 museos, 17.000 viviendas para profesores.

Por último, y porque sería prolijo ir derribando cada una de las inmensas tonterías que dice en su folleto Zoraida –y no merece ni la pena ni tanta atención–, vamos a recordarle a esta pobrecita lo que sigue, aunque dada su indigencia intelectual demostrada y la cerrazón ideológica grave que padece, orejeras incluidas –lavado de cerebro o cerebrito–, poco o nada podemos esperar de ella, aunque que dicen que la esperanza es siempre lo último que se pierde:

  • «La memoria colectiva no es histórica, sino de hecho antihistórica… la memoria colectiva no es tanto el resultado de la acción del pasado sobre el presente, como podríamos tender a pensar, sino del presente en el pasado» (Halbwachs).
  • «La memoria colectiva no es historia», sino que «es tanto el resultado de la manipulación consciente y de la absorción inconsciente, y siempre está mediada» (Wulf Kansteiner)
  • «La expresión «memoria histórica» empleada por la izquierda española desde finales del siglo XX constituye un oxímoron, una contradicción en sus términos, algo que en estricta lógica no puede existir» (Stanley Payne).
PD.- Esperemos que algún día esta Zoraida emule a aquella mora del mismo nombre del siglo XII que, convertida al cristianismo, o sea, a la única y verdadera Fe, murió mártir de la «tolerancia» mahometana y reniegue de su afición a la mentira histérica.

5 respuestas a «Zoraida Jaime González o el cerebro plano… y bien lavado»

  1. Dejadle un enlace al Español Digital y que se entere de la Historia de los miles de Mártires católicos españoles asesinados por el socialismo comunismo desde 1936 hasta los 1.300 asesinatos del actual PSOE asesino y corrupto que esta señora los podrá encontraren el Expediente Royuela, auténtico y verdadero, verificado por un programa informático de lingüística de corpus y forense.
    A ver si hace sobre el tema una Tesis Doctoral que tendré mucho gusto en ayudarle…
    Íñigo Caballero
    Ingeniero Industrial Superior, Matemático, Máster en Prevención de Riesgos y autor de un Programa Informático Forense para detectar artículos falsos o verificar la autenticidad de textos
    Donostiarra y carlista desde que nací

  2. Basta ver las películas de los años 50 , la enseñanza, los medios, etc. es la historia oficial, engañados están todos, no es culpa de la señorita, otra cosa es que se dé cuenta , pero no haría nada, porque se quedaría sin trabajo. Y el que dice algo, lo empapelan.
    Un abrazo,-

  3. Como profesor universitario, tanto en universidad pública como privada, puedo dar fe de que hoy en día los grados no se sudan, como sucedía anteiormente, sino que se «regalan».
    El profesorado no quiera problemas con los «no estudiantes», sobre todo con sus «sindicatos», que mandan más en las universidades públicas que el Claustro, y aprueban a casi todo el mundo, salvo las auténticas acémilas…
    Y respecto a las universidades privadas, los «estudiantes» no son tales, son clientes, y al cliente siempre hay que tenerlo contento, sobre todo si paga un dineral para obtener el dichoso «papelito».
    En otras palabras, y por desgracia, en la España actual tener un título universitario NO GARANTIZA NADA.

  4. El comentario de RAMIRO es la triste realidad de la Universidad española hoy.
    Por experiencia, como él, pero solo en la Pública, una Escuela de Ingenieros, en los muy lejanos 1970’s, en el final del franquismo se empezaba a vislumbrar la catástrofe que luego, con el paso del tiempo y, por desgracia, se confirma.
    Mi hija Koro estudiante avanzada de Farmacia en la Universidad de Lieja e investigadora en Química Analítica, acostumbra año a año a apadrinar a las Erasmus españolas. Se echa las manos a la cabeza por el ínfimo nivel que traen a Bélgica, siendo el ridículo de los demás alumnos. En cuarto año de carrera NO HAN HECHO nunca un «rapport», informe, de los Trabajos Prácticos de laboratorio, tan necesarios y para qué seguir. Y no es que vengan de universidades desconocidas, sino la mayoría de la Complutense, en la pura teoría, la mejor de España….. Una pena,. Koro que lleva muchísimos años en estos lares, anima a los españoles a venir a estudiar aquí, por la calidad de los estudios y que, después, terminada la carrera o antes de acabarla YA ESTÁN TRABAJANDO:
    HOY, en Bélgica no hay un solo farmacéutico en paro, Y tampoco un biólogo.
    Saludos,
    Íñigo Caballero

  5. No hay fruta verde que un día no madure .Cuando toda ésta generación de alienados adoctrinados y TELE dirigidos ,empiecen a descubrir tantas trolas y mantras, como han tragado y se preocupen en descubrir la verdad ,quizás entonces se muestren más honestos intelectualmente.Aunque siempre habrá un porcentaje que siempre será víctima irreductible de su lavado de cerebro.Ademas siempre estarán los muy bien comprados y pagados del régimen.

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